Oferta de Productos:

Opciones saludables: Platos bajos en calorías o para dietas específicas (sin gluten, sin lactosa, veganos, etc.).

Platos preparados: Comidas completas, listas para calentar y consumir.

Entrantes y tapas: Opciones pequeñas y rápidas para complementar comidas o como snacks (tequeños de alta variedad, croquetas, empanadas de maíz, etc.).

Postres congelados: Desde tartas y flanes hasta helados de diferentes sabores y presentaciones.

Beneficios clave:

Larga duración: Al estar congelados, los alimentos tienen un mayor tiempo de vida útil sin necesidad de conservantes artificiales.

Ahorro de tiempo: Al tratarse de comidas ya cocinadas, los clientes solo necesitan regenerarlas (calentar) en minutos.

Calidad y sabor: Productos elaborados con ingredientes frescos, conservando sabor y nutrientes gracias al proceso de congelación.

Diferenciación:

Flexibilidad en la compra: Ofreces tanto en grandes cantidades para negocios   como en porciones individuales para el consumidor final.

Variedad: Amplio catálogo de platos y opciones que se adaptan a diferentes gustos y necesidades alimentarias.

Sostenibilidad: Uso de envases reciclables o biodegradables, lo que añade valor en términos ecológicos.